Son las siete de la tarde y tu bebé vuelve a llorar desconsoladamente. Lo acunas, intentas darle de comer, le cambias el pañal… pero nada funciona. Las horas se hacen eternas y la angustia crece al no encontrar alivio para ese llanto que parece no tener fin. Si esta escena te resulta familiar, no estás solo: miles de familias viven lo mismo cada día. Se trata del cólico del lactante, un proceso tan común como desesperante, pero por suerte, pasajero, solo necesitas paciencia y los consejos e información que te contamos a continuación.
¿Qué es el cólico del lactante?
El cólico del lactante es un trastorno funcional digestivo que afecta hasta al 40% de los recién nacidos sanos. Se caracteriza por episodios de llanto intenso, inconsolable y prolongado, generalmente sin causa aparente. Suele aparecer entre los 10 y 15 días de vida, alcanza su máxima intensidad alrededor de las 6 semanas y desaparece de manera espontánea hacia los 3-4 meses, aunque puede desaparecer antes. Puede resultar angustiante para las familias, pero no se considera una enfermedad grave.
Síntomas: cómo identificar el cólico del lactante
El diagnóstico clínico se basa en la “regla de los tres” de Wessel:
- Llanto de más de 3 horas al día.
- Presente al menos 3 días a la semana.
- Durante un período de 3 semanas o más.
Otros signos que lo acompañan incluyen: cara enrojecida, piernas encogidas hacia el abdomen, abdomen tenso y ruidos intestinales. Las crisis suelen ser más frecuentes al final de la tarde o por la noche.
Posibles causas del cólico del lactante
Aunque la causa exacta no está completamente aclarada, las hipótesis más aceptadas son:
- Inmadurez del sistema digestivo.
- Desequilibrio en la microbiota intestinal.
- Alergia o intolerancia a proteínas de la leche de vaca en algunos casos.
- Factores psicosociales: estrés familiar, sobreestimulación o ansiedad en los cuidadores.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEPED), los cólicos son un proceso benigno y autolimitado, aunque requieren acompañamiento familiar y estrategias de alivio.
Remedios y consejos prácticos para calmar al bebé
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Técnicas de alivio físico:
- Masajes abdominales suaves en el sentido de las agujas del reloj.
- Movimientos de piernas tipo bicicleta.
- Baño templado.
- Colocar al bebé boca abajo sobre el antebrazo o erguido en el pecho.
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Manejo de los gases:
- Colocar al bebé en posición vertical tras la toma.
- Favorecer el eructo con golpecitos suaves en la espalda.
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Lactancia y alimentación:
- Cuidar la técnica de lactancia para evitar que trague aire.
- En casos seleccionados, ajustar la dieta materna o usar fórmulas especiales bajo supervisión pediátrica.
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Probióticos y apoyo médico:
- El Lactobacillus reuteri DSM 17938 puede reducir la duración del llanto en lactantes amamantados, aunque la evidencia no es concluyente (ESPGHAN, 2018).
- Mantén la calma: el bebé percibe el estrés de sus cuidadores, aunque sabemos lo difícil que es.
Cuándo acudir al pediatra
Consulta siempre si:
- El llanto es excesivo y persistente.
- Hay fiebre, vómitos frecuentes, sangre en heces o pérdida de peso.
- El bebé rechaza el alimento o parece apático.
Preguntas frecuentes
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¿Es peligroso el cólico del lactante?
No. Es un proceso benigno y temporal, aunque puede ser muy estresante para las familias. -
¿Cuál es la diferencia con el reflujo?
En el reflujo gastroesofágico suele haber vómitos o regurgitaciones, mientras que en el cólico predomina el llanto inconsolable. -
¿Se puede prevenir?
No siempre, pero una correcta lactancia, un entorno calmado y rutinas relajadas pueden reducir la intensidad de los episodios. En caso de que los cólicos se mantengan es fundamental consultar al pediatra para que te indique la mejor manera de aliviarle el dolor. Incluso existen en el mercado diferentes fórmulas infantiles indicadas para el tratamiento de este tipo de trastornos, que siempre deben estar recomendados por un profesional sanitario.
El cólico del lactante puede poner a prueba la paciencia de cualquier familia, pero recuerda: no estás solo, y lo más importante es que este proceso es temporal y desaparecerá con el tiempo. Mientras tanto, tu serenidad y cariño son el mejor remedio para tu bebé. Y si necesitas resolver dudas o recibir orientación personalizada, en el Club Nutribén puedes consultar de manera gratuita a nuestra pediatra o nutricionista, que estarán encantadas de acompañarte en esta etapa tan bonita y tan difícil a la vez.
Referencias
- Ortega Páez E, Barroso Espadero D. Cólico del lactante. Pediatría Atención Primaria. 2013;15:81–7.
- Asociación Española de Pediatría (AEPED). Guías de práctica clínica.
- Savino F, et al. Lactobacillus reuteri DSM 17938 in infantile colic: systematic review. Pediatrics. 2018.
- Wessel MA, et al. Paroxysmal fussing in infancy, sometimes called colic. Pediatrics. 1954.
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